Esta técnica consiste en observar el crecimiento del folículo dominante para poder hacer un pronóstico lo más ajustado posible de cuando se va a producir la ovulación.

​

Se utiliza en mujeres que tienen dificultades para conseguir quedarse embarazadas.

 

Los ciclos reproductivos femeninos se pueden dividir en tres fases, fase menstrual, fase folicular y fase lútea. El inicio de cada ciclo se empieza desde el primer día de sangrado o regla. Tomamos como ejemplo un ciclo de 28 días en el cual la fase menstrual dura del primero al cuarto, en el quinto día comienza la fase folicular hasta el día 14 del ciclo, luego pasamos a la fase lútea que transcurre hasta comenzar el siguiente ciclo con una nueva menstruación.

​

La fase que nos ocupa es la folicular. En esta fase los folículos comienzan a desarrollarse en los ovario por la influencia de las hormonas, uno de ellos se convertirá en el folículo dominante de manera aleatoria. Este folículo es el encargado de albergar en su interior el ovulo que será liberado en su momento hacia la trompa de Falopio y más tarde hacia el útero.

 

Por medio de la ecografía se puede observar en qué fase esta el folículo dominante y asi pronosticar cuándo se va a producir la ovulación.

​

Se empieza a observar el folículo el día 9 del ciclo, en este día mide unos 9 mm y se hacen ecografías periódicamente hasta que el folículo mide 21 mm. Con este tamaño el folículo ya está preparado para liberar al ovulo y que pueda producirse la fecundación.